Las enseñanzas de Dharuma: primera parte

kámala se presento ante Dharuma con una ofrenda de
flores e incienso que había podido pagar a duras penas,
era muy pobre, casi una esclava. El deseo de esta mujer
era tener un hijo, sabia desde hacia años que era infértil,
(un destino irónico para su nombre), pero creía en que sus
sacrificios, su devoción a Buda y sus rezos podrían producir
el milagro que tanto añoraba.
Dharuma le explico que el milagro podría como no
producirse, pero que si se producía el niño probablemente
nacería con un defecto, con una discapacidad o seria imbécil.
Pero su deseo era tan grande que no le importo e insistió
en la búsqueda de este hijo.
Un año más tarde se produjo un milagro, Kámala estaba
embarazada de un varón y decido nombrarlo Jina
(el victorioso), en honor a Buda. El niño nació totalmente
sano y normal. Al parecer Dharuma se había equivocado.
Jina tenia unos reflejos increíblemente agudos, era
sumamente inteligente y al crecer demostró que no solo
tenia dotes para la escritura y la lectura si no también
que era atlético y poseedor de un gran don para el arte.
Kámala se sentía sumamente regocijada y dedico toda su
vida al cuidado y atención de Jina. El niño pronto se
convirtió en muchacho y comenzó a destacarse entre los
demás chicos de su edad por sus amplias capacidades y
por su carácter determinado, aunque un poco arrogante
por momentos.
Llegado a su juventud Jina noto que el arte y los libros ya
no lo llenaban, quería una mujer con quien compartir su
vida, con quien formar su propia familia.Jina se propuso
encontrarla, suponiendo que esto le seria tan fácil como
todo lo demás, ya que a el no le costaba casi nada.
Pero Jina era exigente, él buscaba a la perfecta.
Jina se dedicó a pensarla, a desearla apasionadamente,
hasta que finalmente una noche la vio en un sueño que
tuvo, él estaba seguro que este sueño había provenido
directamente de emanación divina y que le mostraba
inequivocadamente a la mujer que él tanto deseaba.
Se decidió a realizar una pintura de esta visión perfecta
que había soñado y que reunía todos los atributos tanto
físicos como espirituales que el anhelaba en una mujer.
Era solo cuestión de esperar, él lo sabia....