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miércoles, 26 de enero de 2011

Extraordinaria


Y yo me acuerdo de hace un año, o mas, cuando desesperada
leía tus escritos, buscandome en ellos. Pensando si por casualidad
por amor o por lastima me habrias dedicado alguna linea, algun
parrafo, algun punto, o al menos una coma.

Pero mira que tonta habre sido que queria ser una mas en tu mundo,
en ese mundo que te habias creado lleno de seres misticos y princesas.

Y no me da verguenza decirlo, ni que te enteres: yo estaba enamorda de
vos, si hasta te veía lindo.

Y me imaginaba escenas donde vos me pedias que fuera tu novia y yo
haciéndote sufrir un poco. Y me imaginaba tu vida, tu casa, tus cosas,
como si fueran también un poco mías.

Me acuerdo de sentirte extraordinario.

Y también me acuerdo de cada una y todas las veces que me
decepcionaste.

Me acuerdo de mi mundo atento siempre de tu mirada, que no existía.

Hoy miro atras y me rio, me divierto, pensando en cuan
extraordinario te veía.

Y me acuerdo de extrañarte, como si te conociera de otra vida...

Y me acuerdo de como fuiste perdiendo magia...


Es que lo que yo no entendía es que nunca estuvo en mi destino ser
una mas en el mundo de nadie.



Una imagen de la extraordinaria Valizas en Uruguay

lunes, 24 de enero de 2011

Mundo


Pasa que hay que aprender a estar solo, sin
sentirse solo.

A amar sin esperar ser correspondido,
a disfrutar de la alegría, como de la tristeza.
A ayornarse, mas no por eso estar conforme.

A dejar que la vida te lleve, a entregarse.

Hay que aprender a depender de otros, a dejarse
en las manos de amigos, y de enemigos.

A confiar, en todos, por que si, o por las dudas...

Tenemos que empezar a querer al pasto, al piso duro,
a las hormigas, al sol insistente de enero, a los
desacuerdos entre amigos y a las siestas sin ventilador.

Hay que agradecer por el arroz insulso, por el pan duro,
por la posibilidad de sentir hambre.

Hay que estar feliz por sentir sueño y no poder dormir,
por tener mucho por hacer...

Hay que valorar a la falta de sexo, al sexo sin
sentimiento, al sentimiento sin sexo... Y al encuentro
perfecto, cuando llega.

Yo creo que hay que aprender a querer al mundo,
como es, como nos toca y cuando nos toca.

Yo insisto en que hay que devolverle la caricia...

Pasa que hay que aprender a hacer de la experiencia
mundana, una experiencia trascendental.

 
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