Subscribe Twitter Facebook

jueves, 11 de marzo de 2010

Córdoba en otoño


Me propuse escribir la historia de amor más sublime
que jamás hubiera existido y me di cuenta que
tendría que ser una historia que se diera en
dos tiempos, o mejor en varios tiempos...

Los personajes serian complejos, casi inasibles.
Ella seria orgullosa, temperamental, soberbia
El, talentoso, inconstante y aguerrido

El marco podría ser una ciudad como esta,
una Córdoba en otoño, aunque también podría
ser en verano o primavera,
Córdoba es linda en cualquier época del año ...

Y seria suya siempre, cada vez, todas
las veces

Las circunstancias no son muy importantes,
pero les quedaría bien la noche, así mismo el día.

Y los amaneceres, que desde las alturas se ven tan
vastos

Las palabras serian importantes, vitales diría yo. Pero
los silencios, el misterio de lo que callarían devendría
aun más eminente que el estruendo de cualquier cosa
que pudieran decir.

Por que su amor seria tan puro, tan frágil, tan
efímero que cualquier sonido más fuerte que un
suspiro lo obligaría a desvanecerse

Después de todo, lo que importa siempre es
la mirada.

El la miraría a ella como no miro, ni miraría
jamás a ninguna otra. Ella bajaría la mirada
cada vez, por que en sus ojos encontraría el
infinito y el vértigo se le haría casi insoportable

Y cada silencio, cada omisión, cada mirada esquiva
seria un signo inequívoco de que a pesar del paso de las
estaciones, de las urgencias, y de los pesimistas....

nosotros, seriamos siempre nuestros!

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Powered by Blogger