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lunes, 1 de marzo de 2010

La resistencia


Dicen que los extremos nunca son buenos,
que no hay que buscar en el "más allá" lo que
esta en el "más acá"

Dicen que de los errores se aprende, que
el sufrimiento deja una enseñanza, una
moraleja.

Que las cicatrices son marcas de la experiencia,
de haber vivido, de haber luchado por algo
o por alguien digno de lucha.

Que el malestar es parte constitutiva de la vida
en cultura, que la represión es necesaria y
saludable, que la mesura nos hace grandes.

Hay que sublimar, hay que llorar en los velorios,
hay que bailar en los cumpleaños, hay que llamar
si vas a llegar tarde, hay que casarse antes de
tener un hijo, hay que aprender de los errores,
hay que saber pedir perdón, hay que saber perdonar
hay que olvidar, hay que callarse, hay que superarlo
si te hizo mal, hay que quedarse en el molde, hay que
"ser" como dice el molde.

Yo quiero tener un hijo y después casarme, quiero
llegar tarde y si me quieren esperar, que me esperen.

Quiero tener el derecho de no perdonar ciertas cosas,
y quiero ser rebelde, y la verdad no me importan las
causas, quizá no las tenga....

Y quiero gritar si hace falta y decir "no, no tengo ganas"
y decir "no me interesa" y putear, le pese a quien le pese

Yo quiero encontrarme con gente distinta, con
"desquiciados", con"enfermos".

Quiero tomar mates con los locos del
Morra ,hacer poemas con artistas callejeros
y fumarme un porro con los descendientes de
Rivera.

Y quiero enamorarme; quiero enamorarme de un
antitetrarca,de un peronista , de un chico de rastas,
también de un jugador de voley y del hijo de un
librero que viva en Buenos Aires, de mi mejor amigo
y de todos sus amigos,¿por qué no?

Quiero que el amor de mi vida me encuentre
rozagante y hastiada de haber vivido, de haber gozado
y que juntos nos relatemos mil historias y ninguna
histeria, por que nos amemos en pura rebeldía y
en férrea libertad.

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