Osadía

-Maestro estoy angustiada. Me siento sola frente a un
abismo y tengo miedo de no tener con quien compartirlo.


-¿Y por que necesitas compartirlo?

-Por que me invade esta pasión ardiente y
desmedida y estas ansias de crear y me doy cuenta
que no hay depositario posible. Conmigomisma
ya no alcanza


-Tal vez ha llegado el momento...

-El momento de que?


-El momento de hallar un compañero

-¿Pero como hago si me es tan difícil, a donde
lo busco, por donde empiezo?


-Por el principio


-Y cual es?


-El principio es aceptar tu soledad, por que te la has ganado

-No me das esperanza, maestro


-Entonces te daré una tarea


-¿Y cual es mi tarea, maestro?


-Ve al cerro mas alto que encuentres y desde allí arrojate sin dudarlo


-Pero si hago eso, me mato, ¿de que hablas maestro?


-Hablo de lo que debes hacer


-Pero es una locura, no entiendo!


-Deja de cuestionar!!. El día que puedas entregarte sin cuestionar dejaras de estar sola


-Mieeeeerda!


- Si maldices, es por que sabes que estoy en lo cierto


-Esta en lo cierto, maestro!!. Por eso lo maldigo


-Y si tienes el valor para hacerlo, entonces intrepidez no te falta


- No me falta maestro, eso se lo aseguro!


- Entonces vete, que el cerro te aguarda impaciente...