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lunes, 19 de julio de 2010

Carta a un amor que no ha llegado


Amor mio debe perdonarme por
serle aun tan lejana, es que ser
autodidacta siempre ha sido mi pecado.

Pero no lo dejo solo, no me olvido
de que existe, acá le mando un par
de pensamientos para que lo conforten
en su viaje:

No se convierta en estratega, en mercader
de amor y de cariño. Sea el amor mismo
y no tenga miedo, yo lo acompaño,
aunque parezca imperceptible.

No le tema a las dudas, son mejor que las
certezas, por que abren caminos y corren
como el rió.

Nos llevan al mar, aunque
no nos demos cuenta.

Crease tan rico cual rey de vastos
territorios, y sea tan fastuoso, que pueda
darse el lujo de dar lo que no tenga.

No olvide, la pobreza esta en el corazón
de quien la habita...


No cargue soledades en su espalda.

Guarde las caricias, añore las mañanas
y los despertares... y los mates.

No busque la reacción, no caiga en egoísmos.

Recuerde siempre que la inteligencia sin
amor es perversa y que el amor sin
inteligencia es siempre necio.

Y de acá a unos años, a unos minutos
a unas horas o a unas vidas cuando nos
crucemos nuevamente, yo le prometo
regalarle todas las caricias que le debo.

Es una promesa de dedo meñique!

Y las horas no nos pesan y los
días no nos pasan y los años no nos
tocan, nuestros segundos son eternos....


Con el amor de siempre, Su esposa, Q.B.S.P.



PD: Esta carta va desde mi Universo hasta el tuyo, sin escala (donde
quiera que sea)

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