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viernes, 6 de agosto de 2010

Incepción


Una idea puede ser mas persistente que un virus, que
una bacteria. Implantar una idea en otra mente desde cero
es imposible, pero si es posible ayudar a generar un nuevo
proceso de razonamiento, una nueva concepción.
Mostrarle algo que no había visto antes, reorganizar
de manera distinta un percepto. Pero para que eso
cause el efecto adecuado debe tocar puntos sensibles,
nodales de la persona. Nadie puede ver o creer en algo
que le es totalmente ajeno. Solo podemos aceptar lo
parcialmente ajeno.
El arte de manipular, de influenciar es eso: jugar con
las ideas, los conceptos mas profundos del otro y luego
empezar a introducir nuevos matices, nuevas asociaciones
muy lentamente. Pero siempre respetando la organización
original.
Si somos bruscos en este punto, solo generaremos que
el sujeto agudice sus defensas y resistencias y la
intervención sera nula y hasta contraproducente.
Si bien no podemos implantar ideas puras, podemos
"cocrear" con otros.
El arte de la manipulación es un arte verdaderamente
oscuro( oculto) y poderoso.
La paradoja es que cuando "implantamos" ideas en las mentes
de otros, así también pasamos a formar parte de esos otros
y esos otros se implantan en nosotros. Ya nada es lo mismo
por que pasamos a ser cocreadores, de realidades, de fantasías,
de Universos enteros.
El impacto puede ser tan profundo que podemos cambiar vidas,
incluidas las nuestra. Los efectos son reales, poderosos y
duraderos.
A veces no hace falta tocar un cuerpo para hacerle una marca.
A veces basta solo una presencia corpórea (como en el análisis,
donde el analista esta ahí con su cuerpo).
Por que la realidad no esta en el mundo, el mundo es
nuestra mente.
El mundo es nuestra representación
del mundo.


No se pierdan la película Incepción (El Origen), es verdaderamente
brillante!.

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