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sábado, 16 de enero de 2010

Mil versos


Una mujer humilde se presento ante el rey con una petición imposible: " Oh mi señor, su alteza, rey bueno y generoso, no soy bella ni tengo ningún talento para la música ni la danza, pero tengo un talento y solo uno; escribo versos.Oh rey mio mis versos son inigualables, soberbios y místicos, no existen versos como los mios.Te pido me des a cambio de mil versos que yo escriba un hombre noble de tu corte para que sea mi esposo.Mil versos a cambio de un hombre a quien amar" " Mil versos por un hombre, es un trato justo" dijo el rey mientras se enrulaba la barba con los dedos y le exigió que comenzara su tarea con prontitud.

La mujer se refugio en una de las torres del castillo, tenia orden de no salir hasta finalizar de escribir los mil versos, escribir y solo escribir hasta terminar mil versos.

Escribió sobre los ríos, las vestas, las montañas, los reinos, sobre los cielos, sobre los misterios del amor, escribió también sobre las danzas, sobre los colores, sobre las mujeres y sobre los hombres. Describió majestuosamente las cuatro estaciones, resalto con majestuosidad las cualidades de cuanto ser real y fantástico habitara sobre la tierra, embeleso con gracia y estilo a todos los dioses del olimpo, dignifico a los nefastos y silencio a los cobardes.

Escribió y escribió y no hizo mas que escribir durante 30 días con sus noches hasta que por fin había terminado.

Era tan impecable la obra y realizada con tanta pasión y pulcritud que el rey decidió publicarlo.
Un hombre noble, el más noble del reino habia seguido con interés y pasión la obra de la mujer humilde y decidió ir a conocerla enamorado de sus palabras y de sus versos.

La mujer estaba ansiosa y su corazón palpitaba como nunca, iba a realizar su deseo después de tanto anhelo y esfuerzo.

El hombre se presento y no admirado por su belleza; le dijo" Mujer me he enamorado de tus palabras, hazme un verso que me colme el alma y te desposare y seré fiel para toda la vida"

La mujer quedo en silencio. No pudo decir una palabra, no pudo pensar en nada, no logro articular idea, estaba muda.Había dado todo y ya no tenia nada más para dar.Todo lo que tenia para decir en una vida lo había gastado en mil versos, no tenia ni un verbo más.
Había extinguido su don.

El hombre al no obtener lo que esperaba le dijo"mujer me has decepcionado, no eres la que buscaba, no eres de quien me había enamorado".
La mujer cayó desplomada al piso.

Cuando despertó de un largo ensueño se presento ante el rey y le dijo:"oh mi señor, su alteza, rey bueno y generoso, no soy bella ni tengo ningún talento para la música ni la danza, pero tengo un talento y solo uno; escribo versos.Oh rey mio mis versos son inigualables, soberbios y místicos, no existen versos como los mios.Te pido me des a cambio de mil versos que yo escriba un hombre noble de tu corte para que sea mi esposo: Mil versos a cambio de un hombre a quien amar"
"Mil versos por un hombre, es un trato justo" dijo el rey mientras se enrulaba la barba con los dedos y le exigió que comenzara su tarea con prontitud.


Los poetas estamos desalmados,nos desangramos lentamente en palabras
...

2 comentarios:

Mia dijo...

Como pago , tributo , a vos escrit@r; al leerte tu alma recibe el asilo de tus lectores y el rìo de tinta que se desangra en tus hojas son la vìvida recompenza que tiñen las pàginas de este libro que llevo en mis manos/el blog que recorre mis ojos.
Saludos , Mia.-

EscamaRoja dijo...

...y nos embebemos en nuestras mismas heridas que lamen nuestros propios versos. El poeta escribe y vive, pero no puede hacer solo una a la vez...

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